La Langosta ha visto: "DOMINO" de Tony Scott
Definitivamente, el bueno de Tony Scott ha perdido el juicio. Con "Domino", su última ¿película? el hermano más listo de Ridley Scott se abandona a sus peores vicios, y nos entrega un indigesto, confuso y superfluo biopic (o más bien, videoclip) de la modelo reconvertida en cazarrecompensas Domino Harvey.
En un principio, el hecho de que la película esté basada en un personaje real la dota de cierto interés (y es que: ¿cómo demonios se convirtió una modelo hija de papá en durísima cazarrecompensas?). Pero Scott, ocupado en llevar su cacofónico estilo visual hasta el paroxismo, se olvida demasiado pronto de que las películas están para contar historias.
Así, el director británico nunca intenta profundizar lo más mínimo en el personaje real de Domino Harvey (algo que, de haberse hecho, podría justificar por sí solo la película). Tampoco le interesa demasiado ofrecernos un espectáculo de acción descerebrada. Y es que todo lo que Tony quiere hacer con esta película es masturbarse, una y otra vez, de forma insaciable, mientras nada (y se ahoga) en el aberrante y epiléptico oceano de su supuesto "estilo" visual. Si el guión (obra de Richard Kelly, autor de la estimulante "Donnie Darko") tenía algo rescatable, es algo dificil de saber. La confusión es demasiada, el dolor de ojos, muy, muy agudo, y el amontonamiento de situaciones delirantes, desproporcionado (a saber: Domino averigua el paradero de uno de sus "objetivos" ofreciéndole un "lap-dance" a una de sus potenciales fuentes de información).
El caso es que, en algun lugar, escondidos entre zooms, desenfoques, filtros verduzcos, flashes, e imagenes sub y sobre expuestas, podemos adivinar la presencia de esa aprendiz de esqueleto llamada Keira Knightley, el cachondo de Delroy Lindo, Mickey Rourke intentando salir de su propio cenagal y Christopher Walken, todo un genio a la hora de llenar la pantalla (y llenarse los bolsillos) aceptando cada guión que le ponen delante. ¿Lo hacen bien? Sinceramente, es dificil decidirlo. Tony Scott parece determinado a reventar cualquier atisbo de actuación a base de un montaje brusco, injustificado, efectista y, lo reitero, onanista. Todo vale. Como en el programa de Jerry Springer...
¡Ah! ¿No había mencionado que en la película tambien sale Jerry Springer? ¡Pues sí! Hay una escena totalmente absurda y fuera de lugar (de hecho, ninguno de los personajes principales del videoclip sale en ella) que tiene lugar en su "talk show". Curiosamente, se cuenta entre lo más entretenida de la cinta...
Así, el director británico nunca intenta profundizar lo más mínimo en el personaje real de Domino Harvey (algo que, de haberse hecho, podría justificar por sí solo la película). Tampoco le interesa demasiado ofrecernos un espectáculo de acción descerebrada. Y es que todo lo que Tony quiere hacer con esta película es masturbarse, una y otra vez, de forma insaciable, mientras nada (y se ahoga) en el aberrante y epiléptico oceano de su supuesto "estilo" visual. Si el guión (obra de Richard Kelly, autor de la estimulante "Donnie Darko") tenía algo rescatable, es algo dificil de saber. La confusión es demasiada, el dolor de ojos, muy, muy agudo, y el amontonamiento de situaciones delirantes, desproporcionado (a saber: Domino averigua el paradero de uno de sus "objetivos" ofreciéndole un "lap-dance" a una de sus potenciales fuentes de información).
El caso es que, en algun lugar, escondidos entre zooms, desenfoques, filtros verduzcos, flashes, e imagenes sub y sobre expuestas, podemos adivinar la presencia de esa aprendiz de esqueleto llamada Keira Knightley, el cachondo de Delroy Lindo, Mickey Rourke intentando salir de su propio cenagal y Christopher Walken, todo un genio a la hora de llenar la pantalla (y llenarse los bolsillos) aceptando cada guión que le ponen delante. ¿Lo hacen bien? Sinceramente, es dificil decidirlo. Tony Scott parece determinado a reventar cualquier atisbo de actuación a base de un montaje brusco, injustificado, efectista y, lo reitero, onanista. Todo vale. Como en el programa de Jerry Springer...
¡Ah! ¿No había mencionado que en la película tambien sale Jerry Springer? ¡Pues sí! Hay una escena totalmente absurda y fuera de lugar (de hecho, ninguno de los personajes principales del videoclip sale en ella) que tiene lugar en su "talk show". Curiosamente, se cuenta entre lo más entretenida de la cinta...
En definitivas cuentas, y tal y como dice cierto espectador defraudado a través de internet: "Si no estuviese muerta, contrataría a Domino Harvey para que diese caza a Tony Scott".
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