La Cabeza de la Langosta

lunes, marzo 27, 2006

Harrison Ford tiene un troyano...

A estas alturas es todo un secreto a voces que la carrera de Harrison Ford va casi tan a la deriva como la de Robert DeNiro. La antaño inigualable superestrella, el tipo que más suculentos cheques cobraba...lleva al menos una década deleitándonos con joyitas de lo mediocre que van desde "Air Force One" (divertida de puro delirante), K-19 (Das Boot: El Retorno), Hollywood: Departamento de Homicidios ("Quiero ser como Eddie Murphy") a Seis Días y Siete Noches (LOST Episode I - The Boring Menace).

Con "Firewall", Harrison, que día a día se parece más a Leslie Nielsen (en aspecto y en catadura cinematográfica), nos propone un thriller tecnológico que bascula entre lo rutinario, lo ridículo y lo meramente entretenido.

A saber: el bueno de Harrison es un super experto en seguridad informática (tan super experto que utiliza claves exclusivamente alfabéticas...todo lo contrario a lo que un super experto real haría...pero corramos un tupido velo) cuya familia es amenazada por un mefistofélico émulo de Hans Gruber interpretado por Paul Bettany. La razón: los malvados delincuentes quieren que Harrison les ayude a robar un banco protegido por un sistema de seguridad que él mismo ha creado.

Hasta ahí, todo bien. Rutinario, pero bien. El problema es que, demasiado a menudo, el guión estira situaciones, coincidencias y giros argumentales de tal manera que la suspensión de incredulidad sufre...y muchísimo (el momento en el que Harrison capta todo lo que enseña un monitor a través del lector de un fax conectado a un MP3 es de risa basilisa).

A grandes rasgos, la película viene a ser un cruce entre la olvidada (y olvidable) película de Ron Howard "Ransom", con Mel Gibson en plan padre preocupado por su familia y la más reciente (e interesante) "Hostage". Todo ello aderezado con los típicos lugares comunes de las películas en las que la informática tiene un papel importante: monitores de pantalla verde por todas partes, todas las órdenes se dan mediante interminables pulsaciones de teclas, los ratones apenas existen...las descargas y transferencias de archivos son rápidas o lentas segun convengan...

La impresión general es de que, más que un firewall, lo que necesita Harrison es un plugin. Necesita sorprendernos, ilusionarnos y demostrar que es capaz de hacer algo que no se olvide en cuanto se encienden las luces del cine...¿Indy IV? Ojalá...

CONCLUSIÓN LANGOSTIL: Harrison Ford tiene un troyano.

1 Comments:

At 12:03 p. m., Anonymous Anónimo said...

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